Sólo un partido
comunista guiado por la teoría marxista-leninista puede desempeñar el papel de
vanguardia de la clase obrera y ser capaz de agrupar, en torno a ella, al
conjunto del Pueblo Trabajador Vasco.
Para ello es
necesario que ese partido tenga un programa político revolucionario. Sólo en
ese caso, será capaz de mantener su línea a través de todos y cada uno de los cambios
sociales, económicos y políticos, estrechar y fortalecer sus lazos con los sectores
más avanzados de las masas, apoyarse en los intermedios y atraer al conjunto de
estas a la causa de la Revolución Vasca.
La esencia del
programa de un partido comunista consiste en la organización y la dirección de
la lucha de clases del proletariado, para lograr que éste derroque a la
burguesía y a todos los reaccionarios, conquiste el poder político y emprenda
la construcción del socialismo, en dirección a la sociedad comunista.
Dicho programa
debe definir el objetivo final del partido, no olvidar los intereses generales
de la clase obrera y el pueblo trabajador a causa de los intereses particulares
o específicos, no olvidar las tareas fundamentales (estratégicas) a causa de
las peculiaridades (tácticas) de los distintos pasos separados de la lucha.
Por último, no
debe anteponer nunca los intereses particulares de la lucha del proletariado en
un país a los intereses generales de la lucha por la revolución y el socialismo
a nivel mundial.
Lenin,
refiriéndose a la necesidad e importancia de dotarse de un programa, dijo:
“Sin un programa, un
partido no puede existir como organismo político integral, capaz de no
desviarse de su línea en cualquier viraje de los acontecimientos. Sin una línea
táctica basada en la apreciación del momento político y que dé respuestas precisas
a los “malditos problemas” de la actualidad, puede existir un círculo de
teóricos, pero no una entidad política actuante…” [1].
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NOTAS
1.-
V. I. Lenin. “Sobre la campaña electoral y el programa electoral”. O.C. Tomo XVII.
Akal Editor. Madrid, 1976. Pág. 287.