El pasado 18 de septiembre Escocia pudo votar, ejerciendo
así su derecho de autodeterminación,
para decidir democráticamente sobre su relación con el Reino Unido, es decir,
para elegir entre seguir formando parte del mismo o constituirse como Estado
independiente.
El resultado, de todos y todas conocido, fue el de mantener su unión con Gran Bretaña.
El resultado, de todos y todas conocido, fue el de mantener su unión con Gran Bretaña.