Esta jornada
de lucha, que se llevó a cabo en todo el sur de Euskal Herria, tuvo unas
características muy especiales; en cuanto al contexto histórico en que se
produjo, a su amplitud y extensión, a su carácter eminentemente político, a los
partidos que impulsaron el movimiento, a las organizaciones sindicales que lo
protagonizaron, etc.
En cierto
sentido, puede decirse que se produjo en unos momentos en que se hacía cada vez
más evidente la debilidad de la dictadura franquista. Pero esta Huelga General,
a diferencia de otras anteriores y posteriores, no se desarrolló como
consecuencia directa de una acción represiva concreta de la dictadura, sino a
la confluencia de una serie de factores y contradicciones, así como a una
campaña de agitación generalizada que, en aquel contexto, posibilitaron esta
importante movilización obrera y popular.
La huelga
abarcó al conjunto de Hego Euskal Herria y aunque se inició en las principales
zonas industriales, acabó extendiéndose al comercio, los transportes y la
enseñanza, llegando a alcanzar la cifra de unos 200.000 participantes. En
concreto, en el área metropolitana del Gran Bilbao llegaron a parar 156
empresas, lo que en aquellos momentos suponía una cifra de alrededor de 50.000
trabajadores-as.
Al carácter
eminentemente político, antifascista, de la convocatoria que se reflejaba en
muchas de las consignas (libertades democráticas, amnistía, disolución de los
cuerpos represivos, etc.), se unieron también otras reivindicaciones de
carácter social y económico (subidas salariales, contra la carestía de vida,
etc.).
Lo cierto y
destacable es que esta Huelga General fue impulsada fundamentalmente por
partidos y organizaciones revolucionarios, como EMK, ORT y la entonces LCR-ETA VI, y en el terreno
sindical por la CECO (Confederación de Euskadi de CCOO) en Bizkaia, Araba y
Gipuzkoa; así como por las CCOO de Navarra (donde eran mayoritarios EMK y ORT).
Y a ella se opusieron, desde el primer momento, el PCE y la CONE (Comisión
Obrera Nacional de Euskadi). Posteriormente, y una vez conocidos los resultados
y la amplitud del movimiento, tanto el PCE como la CONE, sin llegar a reconocer
su rechazo inicial a la huelga, exaltaron el triunfo logrado por la clase
obrera vasca.
También hay
que destacar que pocos días antes de este gran movimiento huelguístico, un
sector de la izquierda abertzale que incluía al Frente Obrero de Bizkaia, ETA
(pm) y LAIA, había efectuado una convocatoria de huelga por la Amnistía (2 y 3
de diciembre), que tuvo un escaso seguimiento, salvo en algunas zonas de
Gipuzkoa y además, circunscrita a medios universitarios.