A principios de ese mes, el
Departamento de Educación del Gobierno Vasco hizo pública su decisión de
trasladar al alumnado del Instituto de Enseñanza Secundaria y Bachillerato Antonio
Trueba de Barakaldo, cerca de 540 estudiantes, a otro centro de estudios
situado en Bilbao, ante el peligro de derrumbamiento que presentaba el
edificio, debido a la aparición en el mismo de una serie fisuras estructurales,
que aconsejaban su derribo y la
construcción de un nuevo centro escolar.
Así
mismo, el Departamento de Educación anunciaba que el traslado, que se
presentaba como “provisional”, se llevaría a cabo a partir del lunes 10 de
diciembre. Y su duración sería lo más breve posible hasta que se pudiese
acondicionar la antigua Escuela de Minas de Barakaldo, en la que se reubicaría
al alumnado mientras se construyese el nuevo centro. Según se indicaba, las
obras de acondicionamiento se iniciarían el próximo mes de enero.
Inmediatamente
la AMPA (Asociación de Madres y Padres de Alumnas-os) del centro, manifestó su
desconfianza con los plazos anunciados por el Gobierno Vasco, asegurando que se
oponía al traslado de sus hijas e hijos al centro elegido por el Departamento
de Educación, situado en Bilbao, exigiendo que fueran reubicadas-os, provisionalmente,
en el antiguo colegio de La Milagrosa, Barakaldo [1], para lo que iniciaron
inmediatamente una serie de movilizaciones.
Toda
esta situación, que en estos momentos afecta a más de medio millar de
alumnas-os, pero que no es nueva ya que -como acabamos de ver- no hace sino
reproducirse y profundizarse, nos dice mucho de lo que está ocurriendo en una
localidad que se caracteriza por haber sido una de las que más han sufrido los
efectos de la reconversión y el desmantelamiento industrial que llevaron a cabo
en completa connivencia el gobierno central (mayoritariamente en manos del PSOE
durante aquella época) y el autonómico, del PNV, durante las décadas de los
setenta, ochenta y noventa, del pasado siglo, y de la que aún no se ha
recuperado.
Unas
consecuencias de precarización y marginación social y económica, de degradación
de todo tipo de servicios (entre ellos el de la educación), cuyos efectos se
continúa padeciendo y se siguen acentuando y profundizando. Nos da una idea de
la actitud de desidia, de negligencia y de la más completa ineficacia, con que
las distintas administraciones (locales, autonómica y central) abordan los
problemas que afectan a las clases populares.
Por
eso, debemos ser nosotros y nosotras
mismas quienes nos unamos, en barrios y pueblos, para sacar a la luz y
denunciar todos estos problemas, así como a sus culpables, asumir las
necesidades y reivindicaciones populares en todos los rincones de Euskal
Herria, quienes nos organicemos para hacerles frente.
Ante
la manifiesta incapacidad demostrada por el Gobierno Vasco y el Ayuntamiento de
Barakaldo para resolver los graves problemas que nos afectan a los vecinos y
vecinas;
EXIJAMOS:
·
La reubicación en Barakaldo de todos los alumnos y alumnas del Antonio Trueba.
· La
incautación temporal del edificio
del antiguo Centro escolar La Milagrosa (propiedad de la Fundación Miranda),
por razones de emergencia pública y necesidad social.
·
La participación de las AMPAS y los sindicatos de
enseñanza en la planificación escolar.
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NOTAS
1.-
El Colegio La Milagrosa, de Barakaldo, es un centro propiedad de la Asociación
Miranda y que fue cerrado en enero de 2017, tras la falta de acuerdo habida en
la negociación que se llevaba a cabo entre la Congregación de las Hijas de la
Caridad de San Vicente de Paúl (titular del centro educativo religioso
concertado) y la Asociación Miranda (cuya Vicepresidenta es Amaia del Campo,
alcaldesa de Barakaldo por el PNV). Ver: Barakaldo Digital (12-01-17).
En
julio del pasado año, el sindicato LAB denunciaba la responsabilidad en este
conflicto, que ha conllevado el despido de buena parte de los trabajadores y
trabajadoras de la plantilla del centro escolar, acusando tanto a la citada Congregación, como
a la patronal católica de colegios, como al Ayuntamiento de Barakaldo, al
Gobierno Vasco y a la propia Fundación Miranda.Ver: Barakaldo Digital
(11-07-2017).