Es sabido que las
ideas dominantes, en cada sociedad, son las ideas de la clase dominante. Y,
cuando hablamos de ideas, nos estamos refiriendo tanto a los aspectos
ideológicos (religiosos, filosóficos, sociales, políticos, etc.) como a los
conceptos éticos y a los valores morales.
Pues bien, el triunfo del candidato republicano Donald
Trump en las elecciones norteamericanas celebradas ayer, representa el triunfo
de los valores más reaccionarios y retrógrados de la ideología burguesa, como
son: el individualismo y la insolidaridad, el machismo, el racismo y la
xenofobia, etc. Podría decirse que todos ellos representan la decadencia social y la descomposición moral de la actual sociedad
norteamericana y de su sistema económico y político.
Pero esto no es todo, sino que el triunfo de Donald Trump
introduce un poderoso factor de
incertidumbre en la economía internacional así como en las relaciones
interestatales. Lo cual, podría verse reflejado tanto en el mismo interior del
actual bloque imperialista hegemónico, hasta ahora capitaneado por EEUU, como
en las contradicciones que enfrentan a éste con el bloque ascendente, dirigido
por China y Rusia.
En cuanto a las relaciones entre los componentes del
primer bloque, que podríamos denominar “bloque occidental”, el que EEUU
adoptase una postura “aislacionista” o proteccionista, podría repercutir
decisivamente en la marcha de las actuales negociaciones sobre el TTIP entre
EEUU y la UE.
Igualmente podría afectar a las relaciones entre EEUU y el
resto de los países europeos que se integran en la OTAN, especialmente con los
países que formaron parte del antiguo “bloque del este” y también con Turquía.
En ese mismo sentido, también podría influir en las relaciones entre EEUU y sus
principales aliados en Oriente Medio, principalmente con Israel y Arabia
Saudita (país con el que sus relaciones ya han sufrido un importante
deterioro).
Por otra parte, también hay que tener en cuenta sus
posibles repercusiones sobre el desarrollo de las contradicciones
inter-imperialistas. Actualmente hay varios escenarios en los que de una u otra
forma se enfrentan los intereses geoestratégicos de ambos bloques.
Así, en Europa, está la situación creada en Ucrania, con
la incorporación voluntaria de Crimea a la Federación Rusa y la independencia,
de facto, del Donbass, lo que ha dado lugar a la adopción de una serie de
sanciones económicas y comerciales por parte de la UE y EEUU contra Rusia, que
han tenido importantes repercusiones económicas para esta última; así como las
diversas maniobras provocadoras de la fuerzas OTAN en las fronteras con Rusia y
en el Mar Báltico.
Otro punto de tensión es la situación existente en Oriente
Medio, especialmente en Siria e Irak, y también en Yemen (aunque en este último
conflicto no se da una intervención directa por parte de EEUU ni de Rusia, sino
de algunos de los aliados de aquella, como Arabia Saudita y los Emiratos del
Golfo Pérsico).
Además, también hay que tener en cuenta la situación de
crisis en el Mar de la China Meridional, en la que se están produciendo
tensiones crecientes entre varios países de la zona, como China, Vietnam, Filipinas,
Malasia, Brunei y Taiwán, en torno a la soberanía sobre los archipiélagos de
las islas Paracelso y Spratly; y donde EEUU toma partido abiertamente en contra
de los intereses chinos. Una situación en la que también se podría ver
involucrado el otro gran aliado de EEUU en la región de Asia Pacífico, como es
Japón.
Por último, una posición proteccionista de EEUU limitando
las importaciones de mercancías chinas, podría perjudicar gravemente a la
economía de este país y hasta podría llegar a desencadenar una “guerra
comercial” entre ambas potencias.
Todas las opciones están abiertas. Pero, lo cierto es que
la incertidumbre que se ha creado a raíz del triunfo electoral de Donald Trump,
crea un clima que puede contribuir a desacelerar la economía y a provocar una
reactivación de la crisis global del capitalismo que, por cierto, todavía no
había llegado a su fin. Al igual que también puede contribuir a una acentuación
del peligro de guerra entre las distintas potencias.