“… Un cambio revolucionario es el que destruye las bases del poder. Lo
reformista en el programa nacional no
abole todos los privilegios de la
nación dominante, no crea la completa
igualdad de derechos, no elimina toda opresión nacional. Una nación
“autónoma” no tiene los mismos derechos que la nación “dominante”;…”
V.I. Lenin.
“Balance de la discusión sobre la
autodeterminación”.
“… El imperialismo contemporáneo, al reforzar la tendencia a someter a
los pueblos débiles, es un nuevo factor de acentuación del yugo nacional.”
V. I. Lenin.
“Resolución sobre el problema nacional”.
Cuando a un
pueblo, como en este caso al catalán, se le niega sistemáticamente toda
posibilidad de decidir libremente sobre su futuro; cuando lo único que se le
ofrece es seguir “como hasta ahora”, anexionado al Estado español, ¿qué queda
de la tan cacareada democracia parlamentaria burguesa? Sólo los barrotes de las
prisiones. Esto es, ni más ni menos, lo que nos ofrecen los partidos que
sostienen al régimen del 78. Y mientras tanto, algunos “bienintencionados” como
el PNV o Podemos, llaman al “diálogo”. Pero, ¿con quién? y ¿para qué?
En estas
condiciones, cuando todo el aparato judicial del Estado burgués está tratando
de abortar el proceso hacia el referéndum del 1 de Octubre y cuando las fuerzas
represivas están procediendo a detener a altos cargos de la Generalitat,
registrando departamentos enteros del gobierno autonómico, incautando millones
de papeletas de voto, cartas y folletos informativos, etc.; o lo que es lo
mismo, imponiendo de hecho un estado de
excepción, al viejo estilo franquista; y cuando corren peligro de ser
detenido más de mil funcionarios-as de la Generalitat y alrededor de
setecientos alcaldes y alcaldesas, por el mero hecho de tratar de facilitar que
sea el propio pueblo quien decida su futuro, es imprescindible que cerremos
filas con el pueblo de Cataluña.
Desde Euskal
Herria debemos ser conscientes que nuestro mejor apoyo al valiente pueblo
catalán es el de abrir aquí, en nuestro propio país, un “segundo frente” por la
AUTODETERMINACIÓN nacional. En
cualquier caso, debemos permanecer alerta sobre el desarrollo de los
acontecimientos que tienen lugar en Catalunya, para denunciar cualquier
conculcación de los derechos democráticos (ya de por sí bastante reducidos) por
parte del Estado español y de sus aparatos represivos.
Lo que es seguro,
es que nada va a seguir siendo igual a partir de ahora. La situación en
Cataluña, donde miles y miles de personas han tenido que salir a la calle a
defender su legítimo derecho a votar en el referéndum del 1-O (sin que haya
ninguna injerencia externa), está sirviendo para profundizar aún más la crisis
del régimen del 78, y también para agudizar al máximo las contradicciones
internas de los partidos que aún lo sustentan.
¡¡ CATALUNYA
SOMOS TODOS-AS !!
¡¡ POR LA
DEMOCRACIA Y EL SOCIALISMO !!