lunes, 23 de mayo de 2011

4 PUNTOS PARA UNA NUEVA DEMOCRACIA, PARA UNA DEMOCRACIA REAL

La democracia surgió en la antigua Grecia. En Atenas, se votaba en la Asamblea. Pero, aunque a algunos no les guste que pongamos “apellidos” a la democracia, en sus orígenes era una democracia restringida. No votaban las mujeres, ni los esclavos ni los extranjeros. Sin quitarle ningún mérito, la democracia ateniense era una democracia esclavista.

La actual democracia española tampoco es una verdadera democracia. Es una democracia ficticia, una democracia formal, aparente. Sólo sirve a los intereses de los banqueros y especuladores, aunque ellos nos quieren hacer creer que sí es una democracia.

1.- La democracia. No puede ser, como ahora, para una minoría. Obligatoriamente, tiene que estar al servicio del pueblo, de los trabajadores y trabajadoras, de los/las jóvenes y las mujeres, de los baseritarras, de los arrantzales. No puede limitarse a permitirnos votar cada 4 años. Tiene que ser, permanente y participativa. Debe estar abierta tanto a partidos políticos como a movimientos sociales. Para que la democracia sea real, se tiene que extender tanto al ámbito político, como al económico y al social.

2.- La democracia política. Debe reconocer y proteger los derechos de las personas y de los pueblos, entre ellos el Derecho de Autodeterminación. En todos los sitios donde se pueda, hay que combinar la democracia representativa (elecciones) con la directa (asambleas) y la semi-directa (consultas y referéndums).

Hay que favorecer el control del pueblo sobre las instituciones, tanto sobre su actividad política como sobre el gasto público (publicidad de las sesiones, mayor información sobre su actividad, acceso a las cuentas, etc.), y posibilitar su participación en la gestión administrativa del Estado. Se debe agilizar la tramitación legislativa y facilitar la iniciativa legislativa popular. Hay que establecer mecanismos de revocabilidad de los cargos públicos y crear nuevas formas de participación (cámara de representación social, consejos consultivos, etc.). Es preciso potenciar la auto-organización y la participación popular (consejos consultivos locales, comités y asambleas de barrio, etc.).

También es necesario facilitar el acceso de las organizaciones obreras y populares a todos los medios de comunicación (prensa, radio y televisión) y proporcionarles locales adecuados para reunirse. Es preciso implantar mecanismos para la elección democrática de las-los jueces y generalizar el sistema de jurados populares.

3.- La democracia económica. Es necesario poner la economía al servicio de la mayoría. Hay que democratizar la propiedad de los medios de producción, nacionalizando la banca y las grandes empresas industriales, energéticas, agrícolas y de servicios, así como los grandes medios de comunicación, que hoy están en manos del capital financiero. Es preciso ponerlas bajo titularidad pública pero con control obrero. Hay que posibilitar la participación de trabajadores y trabajadoras en la planificación y el control de la economía, a todos los niveles.

4.- La democracia social. Hay que extender la democracia a los centros de trabajo, institucionalizando la participación de las y los trabajadores en la gestión de las empresas; implantando la cogestión en las empresas privadas y el control obrero en las empresas públicas.

También es necesario democratizar el funcionamiento y la gestión de los centros de enseñanza (tanto en el plano administrativo como en el pedagógico), posibilitando la participación del alumnado, así como del profesorado y del personal no docente, a nivel de enseñanza universitaria y de los padres/madres en la no universitaria.


¡UNA DEMOCRACIA ASÍ, NO TIENE CABIDA EN EL ACTUAL SISTEMA POLÍTICO, ECONÓMICO Y SOCIAL!