Tomado de Borroka garaia da! Autor: Kolitza
¡Camaradas! La mentira y la
apariencia tienen poco recorrido. Muy a pesar de Maquiavelo, estas son
efectivas a corto plazo, pero letales a largo plazo. Y quizá por ello gran
parte de las bases de la izquierda abertzale necesiten escuchar también los
hechos según los vemos desde fuera de Sortu, para formarse una idea en
contraste con el relato oficialista. La gente tiene derecho a saber y a
contrastar puntos de vista. De modo que, ahora que las aguas están más
calmadas, ahí va mi aportación para interpretar los hechos de las últimas
semanas:
Mucho se ha escrito y dicho estos
días sobre la escenificación en bloque de Sortu y Ernai en contra de ikasle
Abertzaleak. Muestras de
hostilidad en público, prometiendo un novísimo frente estudiantil del futuro,
en un discurso bélico y hostil hacia el frente estudiantil socialista y
abertzale del presente. Ya que tanto de ello se habla a veces,
quizá deberían de leerse el texto de Lenin cuyo título tanto utilizan contra
los comunistas de hoy, ese que reza “la enfermedad infantil del ‘izquierdismo’
en el comunismo’’. Si abren el libro
y lo leen, en seguida encontrarán a Lenin mofándose de la
intención de los ‘ultraizquierdistas’ alemanes de abandonar los sindicatos
existentes para crear unos novísimos que respondan a su línea política. ¿Acaso
no es esto lo que pretenden hacer hoy la dirección de Sortu-Ernai en el ámbito
estudiantil, esos que se ponen el pin leninista? ¿Es que se han leído el título
pero no el libro? ¿A quién acusaban entonces de infantilismo reiteradamente en
artículos de opinión desde su periódico?
Este boom mediático contra Ikasle
Abertzaleak es un paso en el vacío. El hecho es que el tandem formado por las
direcciones de Sortu-Ernai lleva ya al menos año y medio intentando montar
dicho frente, utilizando palabras radicales y contradictorias con su práctica
política real, como ‘sozialismoa’, ‘burujabetza’, etc… Primero lo intentaron
saboteando internamente a Ikasle abertzaleak, luego lanzando mentiras y
generando odios irracionales en los mas jóvenes adolescentes de secundaria que
aun no tienen la opinión formada como para protegerse bien de relaciones
tóxicas y despolitizadas, totalmente sentimentales; después expulsando a Ikasle
Abertzaleak de varios recintos de txoznas durante el verano para tratar de
ahogarla económicamente; también utilizando las herramientas organizativas de
Ikasle Abertzaleak con militantes desdoblados de Ernai en cargos de
responsabilidad utilizando la confianza recibida para montar una plataforma por
la espalda que se dedique a enfrentar a ikasle abertzaleak (Ikasleok Zorrotz),
tratando desde hace tiempo de montar grupos de Ernai en la universidad
obligando a sus militantes a elegir entre Ernai o Ikasle Abertzaleak, etc, etc
etc. y todo esto con escaso
éxito organizativo. Nada parece prometer éxitos futuros
para esta indeterminadísima empresa que pretende reducir el poderoso y
combativo movimiento estudiantil de los últimos años a una mera plataforma
accesoria de partido para reivindicar sin ningún plan concreto la soberanía
educativa (hezkuntza burujabetza) desde la universidad y la secundaria, empresa
para la que dicho sea de paso les deseo mucho éxito. Pero es que los
burócratas, que confunden su poder propagandístico con la estructura de la
realidad, se dan palmadas de ánimo entre sí ante la tarea que se proponen: controlar al estudiantado y convertirlo en
accesorio de partido para sacar las banderas adecuadas al pulsar el botón desde
los despachos.
Todo este espectáculo de fuegos de
artificio y esperanzas de futuras fuerzas oficialistas que auxiliarán a las
menguadas fuerzas del presente, junto con su impotencia por destruir a Ikasle
Abertzaleak, han conducido a los burócratas a probar suerte en los medios de
comunicación, buscando culpables en las filas del movimiento estudiantil y el
movimiento juvenil. Es decir, que han apostado por tratar de desprestigiar ya a
escala social a Ikasle Abertzaleak. De ahí las mentiras contra Ikasle
Abertzaleak, las circulares internas de partido dando consejos a sus militantes
sobre como hacer el teatrillo ante el numerito mediático montado, los juicios
públicos de Sortu sobre las cuestiones internas de IA sin pudor ni respeto
organizativo, las infamias sobre jóvenes de pueblos y barrios de Euskal Herria,
las persecuciones personales y presión social, cultural, emocional y hasta familiar
en algunos casos en donde viven, estudian, etc… y todo para hacer insostenible
la militancia no subordinada. En el
punto de mira: Ikasle Abertzaleak, y gran parte del movimiento juvenil de
gaztetxes con el que mantiene solidas relaciones. Pero a la juventud
de Ikasle Abertzaleak, igual que a la de los gaztetxes, se les conoce en su
entorno como lo que son: la juventud socialista, independentista, feminista,
euskaldun y combativa de este país, en esencia, y no en apariencia. Y las
mentiras tienen corto recorrido.
Ayer escuchaba en Hala Bedi, en
versión monólogo, desde una declaración escrita preparada al milímetro,
insinuar que Ikasle abertzaleak es españolista, además de otra serie de
falsedades. Por mucho respeto que merezca la trayectoria militante y los
servicios prestados a las libertades de Euskal Herria que algunos llevan en sus
espaldas, quiero subrayar una linea
roja aquí: si no se sabe lo que se dice, o si no se quiere decir lo que se
sabe, solo queda la irresponsabilidad, la mentira o el corporativismo.
Con mentiras contra un sector de la juventud combativa vasca flaco favor vais a
hacer a la lucha por la libertad de Euskal Herria. Os llamo a la reflexión
desde el respeto que todavía os guardo.
Por otro lado, estos días he leído
un comunicado de Sortu nacional confirmando los peores pronósticos. Que las maniobras por robar al movimiento estudiantil la
sede no eran obra espontánea de algún loco que necesita
sentirse poderoso detrás de extravagantes decisiones; sino que es decisión
corroborada por la dirección del partido (a espaldas de las bases del partido,
como viene siendo tradicional). Es la misma dirección del partido, desde un
burocratismo totalmente autoritario e incapaz de llegar a acuerdos con nadie
que no sea el empresariado y políticos profesionales, auténticos simulacros de
la sociedad burguesa decadente en la que nos ha tocado sobrevivir. Para esta
clase media, con aires de progreso que aseguran el orden político vigente y la
infraestructura productiva capitalista, Marx nos aportó una fulminante
descripción: "Serviles con los de
arriba, tiránicos con los de abajo’’.
Pero es que como apuntaba con
acierto García Trevijano, en el orden constitucional español los partidos
son órganos del estado, incluidos
los independentistas, en el momento en que dejan de ser partidos civiles, y se
convierten en partidos estatales. Y no en vano, Sortu se toma muy en serio su proceso de
conversión en órgano del estado, y cumple su función; servir de nexo
material entre el ordenamiento jurídico político español y el sector social
independentista y de izquierdas de Euskal Herria, tratando desde el posibilismo
de modificar a ambos y desde su heterogeneidad, volverlos semejantes mediante
la reforma y sintetizarlos en un nuevo marco jurídico político en el que muy a
pesar de los idealistas de Sortu quedaría asimilado, encajado y normalizado
todo el sector sociopolítico de la izquierda abertzale tradicional. Ese
es el cercano desenlace de esta estrategia suicida para el proletariado vasco.
El trabajo creen que está casi terminado, creen estar un pasito más cerca de la
independencia abstracta de su país con esta claudicación monumental. Dado semejante teatro de operaciones,
organizaciones como Ikasle Abertzaleak, que mantienen la combatividad política
y el programa de liberación intacto para la nación proletaria vasca, sobran en
el mapa de movimientos de asimilación sintetizadora a la que han llamado
‘’cambio de estrategia’’ y ‘’agenda de pacificación’’.
Observado desde una óptica más
concreta, la decisión de agredir a Ikasle Abertzaleak tratando de expulsarla de
su propia sede (sede que como objeto funcional no sirve para nada a un partido
forrado de pasta como Sortu) debe ser diferenciada y a la vez conectada con la
decisión de romper todas las relaciones con Ikasle Abertzaleak. La primera es
un acto de agresión, la segunda es una decisión legítima aunque torpe y a mi
juicio equivocada, y en todo caso no debería de llevarse a cabo como se está
llevando, echando la culpa a quien no ha roto la relación. Cabe subrayar que la agresión política y
social de robar la sede al movimiento estudiantil con la excusa legal en la
mano ni tiene ni puede tener por objetivo fortalecer a Sortu-Ernai, sino
solamente debilitar a Ikasle Abertzaleak, aun al precio de debilitar y desprestigiar
con ello también a Sortu Ernai ante sus bases. Cumpliendo a rajatabla la
función de órgano del estado, cegados en su odio. Es tremendo
el alcance del disparate, y una malísima noticia para el futuro de Euskal
Herria; rompéis todos los puentes
para que la nueva generación pueda actuar con respeto mutuo y llegar a acuerdos
futuros a pesar de las diferencias actuales. Creando odios recíprocos en las
nuevas generaciones, por miedo a lo que no controláis, desgarráis el futuro de
nuestro país. Demostráis, una vez más, una incapacidad táctica manifiesta, y
ser como responsables tácticos y dirigentes estratégicos de partido un peligro
nacional de primer nivel.
Esta actitud autoritaria y
prepotente, de tratar a las personas como objetos, en la que vosotros aparecéis
como los supuestos únicos sujetos conscientes de la relación, que nos colocáis
a nosotros, objetos, en nuestro sitio, está agotando su recorrido como modo de
combatir las diferencias internas. Es una rueda imparable de crear hostilidad
hacia vuestro propio partido y la balanza se inclina cada vez más. En lo que
respecta al movimiento juvenil, hicisteis lo mismo en el proceso de debate de
Ernai; negar rotundamente la contraposición de líneas políticas claramente
existente dentro de esa organización, aun a precio de desangrar vuestra
organización juvenil y causar una fuga de militantes.
El pasado es tozudo y no se deja
manipular fácilmente. Curiosamente, IA, esa organización estudiantil a la que
muchos pertenecimos, lleva décadas usando esa sede, a la que MILES de
militantes de IA hemos conocido como ‘’la sede de Ikasle Abertzaleak de
Bilbo’’. Curiosamente esta sede estaba a nombre de ‘’euskal ikasleen
elkartea’’, y no de ‘’euskal etorkizuneko alderdi demokrataren elkartea’’ ni
nada por el estilo. Nuestro pasado común le puso ese nombre, dejando claras sus
intenciones, y de titulares a miembros de Ikasle Abertzaleak de la época. Y no
sólo eso, sino que en los mismos estatutos consta que todos los miembros de esa
asociación deben ser estudiantes. Los titulares eran de IA, está a nombre de
‘’euskal ikasleen elkartea’’, los miembros deben de ser estudiantes… ¡Pero la
sede es de Sortu!
¿De verdad no creéis que vuestro
relato inventado por el que tratáis de dejar en la calle al movimiento
estudiantil de la izquierda abertzale encaja un poco mal con los hechos? Que la sede es de la izquierda abertzale decís…,
pues sí, lleváis razón; concretamente de la organización estudiantil de la
izquierda abertzale, que se llama Ikasle Abertzaleak, y con toda la
legitimidad.
Os lo repito: La decisión de crear
una relación conflictiva para quedarse con una sede ajena mediante el abuso de
la fuerza y el respaldo del estado español y sus garantías jurídicas de
propiedad va a traer como consecuencia el desgarramiento social y afectivo
dentro de la joven generación que viene, en un contexto en el que nuestras
fuerzas comunes son escasas, y en el que todos deberíamos de actuar con
responsabilidad para no dificultar futuros acuerdos en los distintos ámbitos de
lucha.
Sortu es el responsable político
de la situación de conflicto creada, robando de iure la sede a ikasle
abertzaleak. Y las tres personas titulares son las responsables personales de
toda esta situación, traicionando la confianza que la organización ikasle
Abertzaleak depositaba en ellas como titulares meramente nominales, de cara a
la jurisidicción estatal burguesa y española.
Que cada cual se responsabilice de
sus actos, entonces. Y vosotros empezad por responsabilizaros de una agresión
que jamás debisteis cometer.
Si la dirección de Sortu decide
intentar desahuciar por la fuerza a las estudiantes la situación va a ser
irreversible y de gran riesgo político para todas las partes implicadas y para
la izquierda abertzale en general, NADIE TIENE NADA QUE GANAR EN ESTE ASUNTO, y
los que menos vosotros, amplificando a escala mediática vuestras miserias
internas y vuestras contradicciones. La maniobra es catastrófica y eclipsa por
completo la posibilidad de una ruptura ordenada, imposibilitando relaciones
futuras. La agresión de la sede es una injusticia evidente, por lo que os
sugiero que reflexionéis sobre la esperpéntica situación creada en torno al
movimiento estudiantil de la izquierda abertzale, a que os sentéis de nuevo con
Ikasle abertzaleak y a que formalicéis una ruptura ordenada y justa con el
movimiento estudiantil socialista e independentista, para que cada uno pueda
desarrollar su línea política sin desgaste de fuerzas en conflictos cainítas
totalmente evitables.
Y puestos a analizar, y os lo digo
a vosotros, a la dirección de Sortu, con ánimo de haceros reflexionar, situando
en óptica general el conflicto particular que habéis inventado y construido
durante los últimos dos años entre Ernai e Ikasle Abertzaleak.
¿Acaso el elemento central de
vuestra estrategia no era la suma de fuerzas?
Pues bien, haciendo balance,
considero que vuestra estrategia de acumulación de fuerzas es un juggernaut de
destrucción de consensos. Bajo la excusa del cambio de estrategia, habéis
liquidado el frente político, sus organizaciones históricas y su tejido
militante de calle, habéis tumbado a mínimos históricos la voluntad
independentista en la sociedad, habéis sufrido una sangría electoral imparable,
habéis destruido con notable prepotencia la unidad sindical tan costosamente
articulada, habéis desangrado a Ernai prohibiendo el debate interno hasta en
dos ocasiones, estáis destrozando la unidad de lucha estudiantil IA-Ernai con
la que podrían haberse conseguido grandes progresos en el ámbito universitario
para el proletariado vasco, y lo habéis hecho por el mero hecho de que no la
controláis por completo. La estrategia es un fracaso, a no ser que por
acumulación de fuerzas entendáis un pacto entre la clase media y la oligarquía
del PNV desde el que pretendéis encajaros cómodamente en la legalidad vigente y
dejar al proletariado “fuera de la ley”.
No os dais cuenta de en lo que os
habéis convertido. En políticos que no atienden a razones y se creen poseedores
de la verdad perfecta y acabada, que al escuchar un argumento en contra ni lo
piensan y lo ven como una amenaza; en seres que anteponen el cálculo táctico a
la ética y a los principios de humanidad, en profesores universitarios que
bajan la nota a sus estudiantes si las oyen hablar de marxismo o lucha de
clases, en ‘feministas’ que persiguen a chavalas que plantean dudas con el
dogma postmoderno, en familiares de presos que miran con desprecio a familiares
de presos… Vuestra línea política es totalmente incapaz de aglutinar y motivar,
a final de ciclo como se encuentra, ahogada en sus propias contradicciones, en
medio de un brutal bloqueo político generado por la dinámica interna de la
sociedad capitalista, por la ofensiva de clase a todos los niveles y por la
involución política sin respuesta de los estados español y francés. Una línea
política incapaz de servir de herramienta a la mayoría social de este país, de
servir de orientación estratégica a las reivindicaciones inmediatas para las
que se bastan sin partido los distintos sectores del proletariado vasco y del
movimiento popular que se están ya organizando por su cuenta.
Este país necesita una linea
política de máximos, que de la vuelta a la situación de miseria del
proletariado de forma radical, y vosotros estáis fuera de la realidad y del
debate, hablando de revolucionarios y pseudorevolucionarios, cuando nadie habla
hoy de revolución para mañana por la tarde. Si al menos os fijarais, veríais
que el debate se sitúa en las coordenadas de una política proletaria, de la
rearticulación del sujeto de clase, el proletariado vasco, sujeto de todas las
luchas contra las distintas modalidades de opresión que sufre, incluida la
opresión de las burocracias y sus intentos de actuar contra la independencia de
clase.
Romper la unidad estudiantil es un
grave error. Libres sois de tratar de generar duplicidades monitorizadas, pero
asumidlo: la responsabilidad de la ruptura es única y exclusivamente vuestra.
Ahora bien: no seáis tan insensatos, y no voléis todos los puentes.