El año 1968 fue
uno de esos años que han pasado a la historia a causa de la gran movilización
de masas que tuvo lugar en él. Durante ese año se produjeron importantes
acontecimientos en diversos países del mundo, tales como: el movimiento de los
Comités Unitarios de Base, desarrollado durante los meses de febrero a abril en
Italia, como forma de rechazo a las posiciones claudicantes de las burocracias
sindicales; así como la importante huelga en empresas industriales y en
universidades, que se desarrolló en Francia durante los meses de mayo y junio,
que se ha conocido como el movimiento de Mayo
del 68.
También debemos
destacar el movimiento de democratización política que tuvo lugar en
Checoslovaquia entre enero y agosto, y que acabaría con la invasión del país
por parte de las tropas del Pacto de Varsovia la noche del 20 al 21 de agosto,
que se ha conocido como la “primavera de Praga” [1]; así como la matanza de la
Plaza de las Tres culturas, en Tlatelolco (México), que las fuerzas represivas
llevaron a cabo el 2 de octubre de dicho año, para aplastar al movimiento
democrático y pro-amnistía, de obreros, campesinos, estudiantes, profesorado y
amas de casa, que había ido tomando auge desde meses atrás en varios estados de
aquel país.
Igualmente es
necesario mencionar la ofensiva del Tet, en Vietnam, que desarrolló el FLNVS
contra las fuerzas invasoras yanquis entre enero y septiembre de aquel año, y
que dio lugar a grandes movimientos de protesta contra la intervención
imperialista en los propios EEUU; mientras tanto, en la República Popular China
se desarrollaba, desde hacía varios años, la Revolución Cultural Proletaria.
Sin embargo, de
todos estos movimientos, seguramente ha sido el “Mayo del 68” francés el que posiblemente
ha logrado un mayor renombre. Este último acontecimiento ha sido tergiversado, hasta
la saciedad, por los medios de comunicación burgueses, cuando no ridiculizado y
frivolizado, reduciéndolo a una serie de slogans ocurrentes. Sin embargo, la mayor
parte de las veces se ha tratado de ocultar la importancia de la confluencia en
la lucha de un sector del estudiantado universitario, con muchos trabajadores y
trabajadoras jóvenes del cinturón industrial de París.
Como se ha
tratado de ocultar los verdaderos esfuerzos que llevó a cabo el PCF
(revisionista) por medio de los sectores más afines de la burocracia sindical
de la CGT, al igual que la socialdemócrata CFDT, para aislar a los sectores de
obreros-as más radicalizados, e impedirles incluso el acceso a las fábricas,
con la plena aprobación de la gran burguesía francesa [2]. La confluencia de
las luchas obreras y estudiantiles en mayo-junio llegó a tener tanta
importancia que el propio general De Gaulle, en aquellos momentos presidente de
la República Francesa, estuvo a punto de trasladar a París a parte de las
tropas francesas acantonadas en Alemania.
Entre los
factores que, posiblemente, contribuyeron a favorecer el movimiento global de
1968, podríamos hablar de los siguientes:
1.- El periodo de expansión capitalista que siguió
a la Segunda Guerra Mundial y que había dado lugar a la creación del llamado
“Estado del bienestar” estaba llegando a su fin. Los primeros síntomas
serían los de la recesión alemana de 1967. Poco más tarde se iniciaría un
periodo de recesión económica, que duró aproximadamente desde 1970 a 1990 y durante el
cual se produjo la quiebra del sistema financiero de Bretton Woods que llevó a
EEUU a suspender la convertibilidad del dólar-oro (1971), y eliminar el sistema
de cambio fijo (1973). Un periodo en el que tuvieron lugar la 1ª crisis del
petróleo (de Yon Kippyur-Ramadán, en 1973); así como la entrada del ELN en
Saigón y la retirada de EEUU de Vietnam (1975); así como la invasión rusa de
Afganistán (1978) y la 2ª crisis del petróleo, como consecuencia de la
Revolución islámica en Irán (1979).
2.- La crisis del “modelo de socialismo”
burocrático soviético también había entrado en crisis, como consecuencia de la escisión producida en el
MCI y la invasión de Checoslovaquia; y
3.- El impulso de los movimientos
anti-imperialistas de liberación nacional en el llamado “tercer mundo”.
Por último, una
cosa que sí quedó evidente es que el movimiento de mayo del 68 en Francia
posiblemente constituyó la forma más elevada que puede llegar tomar un
movimiento espontáneo de la clase obrera (en este caso acompañada de sectores
estudiantiles).
Y, a su vez, lo
que también resaltó es la necesidad de contar con una vanguardia revolucionaria
organizada, centralizada y disciplinada (que no implica, necesariamente, que esta
haya de constituir un aparato burocratizado), es decir, de un partido de clase,
un verdadero partido comunista, para avanzar hacia la toma del poder.
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NOTAS
1.-
Checoslovaquia fue invadida por las tropas de la URSS, Bulgaria, Hungría,
Polonia y la RDA. A raíz de la misma, algunos partidos comunistas que mantenían
una postura crítica sobre la línea ideológica y política del PCUS y de la
orientación general del MCI, especialmente el PCCh y el PTA, pasaron a
calificar al gobierno de la Unión Soviética de social-imperialista.
2.-
Ver: Bruno Astarian. “Las huelgas en Francia durante mayo junio de 1968”. Edit. Traficantes de
Sueños. Madrid, 2008.