UNA ACLARACIÓN NECESARIA
El artículo que reproducimos a continuación tiene un
evidente interés por los datos que se aportan en él y que vienen a confirmar el
ascenso de un nuevo bloque imperialista, el capitaneado por China y Rusia,
enfrentado al bloque hegemónico actual, dirigido por EEUU y del que también
forman parte, entre otros, la UE
y Japón.
Algunos de dichos datos ya habían sido publicados por SUGARRA, pero en este artículo se
aportan otros nuevos y se presentan todos ellos de forma estructurada con
vistas a la conclusión final, que es la que da título al citado artículo.
Por nuestra parte, queremos insistir una vez más en que
constatamos el hecho de la creciente consolidación del bloque capitaneado por
China y Rusia, pero también queremos dejar claro que consideramos que la
naturaleza de dicho bloque es imperialista, al igual que la del que actualmente
dirigen los EEUU.
Y una vez dejado esto claro, también queremos manifestar,
como ya lo hemos hecho en anteriores ocasiones, que para SUGARRA, en estos momentos, el enemigo principal es el imperialismo
yanqui y sus actuales aliados. Lo cual
no significa, en modo alguno, que debamos mantener una actitud embellecedora y
benevolente hacia el bloque imperialista en ascenso.
Por nuestra parte, consideramos que la agudización de las contradicciones inter-imperialistas debe ser
aprovechada por el proletariado internacional y por los pueblos y naciones
oprimidas, para impulsar la lucha de clases hacia la revolución mundial, por el
socialismo y la libertad para todos los pueblos y naciones oprimidas.
También consideramos que la progresiva agudización de las
contradicciones inter-imperialistas sólo puede conducir al estallido de un
nuevo conflicto armado entre las distintas potencias, y que se nos plantea la
disyuntiva de que o la revolución evita la guerra o la guerra hace estallar la
revolución. Por ello, la tarea de
reconstruir el Movimiento Comunista Internacional, sobre unas bases ideológicas
y políticas revolucionarias y no dogmáticas, constituye una tarea imperiosa
para los y las comunistas del mundo entero.
Comité de Redacción de
SUGARRA
EL DESAFÍO DEFINITIVO DE CHINA Y RUSIA A OCCIDENTE: UN NUEVO ORDEN MUNDIAL YA ESTÁ EN MARCHA
Lunes 17 de agosto de 2015 por CEPRID
Alberto Cruz
CEPRID
El mes de julio de 2015 pasará
dentro de poco a los libros de Historia. No como el octubre de 1917, ni como el
enero de 1959, ni como el julio de 1979. No. Todos meses revolucionarios en
Rusia, en Cuba, en Nicaragua. Ni como otras revoluciones en otros lugares del
mundo. Pero en julio de 2015 hemos asistido a una revolución silenciosa, pero
definitiva para el devenir del mundo en este siglo XXI. Porque ha sido el mes
en el que China y Rusia han desafiado de forma definitiva a Estados Unidos (y a
sus vasallos europeos) y han puesto en marcha un Nuevo Orden Mundial. Tal vez
haya sido casual -aunque teniendo en cuenta los protagonistas de este hecho
histórico, es muy probable que se haya elegido la fecha a propósito- pero
también otro julio, de 1944, se ponía en marcha el sistema que ha estado
gobernando el mundo hasta ahora: el sustentado las instituciones creadas en
Bretton Woods, la reunión que dio origen al FMI y al BM. Así que en julio de
2015 se ha comenzado a poner la lápida en la tumba de ese viejo sistema y de
unas instituciones moribundas.
Ha sido el equivalente a un gran
Big Bang, a la construcción de un nuevo mundo pese a que el estallido haya sido
ninguneado en todo el mundo occidental. Pocas informaciones, si es que ha
habido alguna, han aparecido en Occidente sobre un hecho tan crucial. Ha sido
como cuando los niños se tapan los ojos para no ver una realidad y, así,
desaparece por encanto. Pero no. El desafío es real y definitivo. Porque con lo
ocurrido en julio, tanto China como Rusia dejan bien sentado que Occidente es
ya irrelevante para ellos. En términos políticos y económicos. Por ejemplo,
pese a que Brasil, por cuestiones de política interna y de la debilidad de
Dilma Rousseff, está reorientando su política hacia EEUU el camino que se ha
andado dentro de los BRICS es tan grande que un retroceso es impensable en
estos momentos. Son muchos los datos que se pueden aportar, pero basta con uno
para constatar que la burguesía industrial brasileña no va a perder la
suculenta cuota comercial que le proporcionan los BRICS: gracias a las
sanciones impuestas por EEUU a Rusia, a las que se sumaron los países vasallos
de la Unión Europea,
el aumento de las exportaciones hacia Rusia en sustitución de los productos
agrícolas y ganaderos europeos, vetados por ese país en unas contrasanciones,
ha aumentado el 60% en solo un año. Es un porcentaje impensable para Brasil y
ha abierto un mercado que no sería capaz de cubrir ni aunque surtiese de esos
mismos productos a toda América Latina.
En mes de julio de 2015 se ha
celebrado la cumbre de los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y
Sudáfrica), la cumbre de la
Unión Económica Euroasiática (UEE, formada por Bielorrusia,
Rusia, Armenia, Kazajstán y Kirguizistán), la cumbre de la Organización de
Cooperación de Shangai (OCS, de la que forman parte China, Kazajstán,
Kirguizistán, Rusia, Tayikistán y Uzbekistán), la constitución formal del Nuevo
Banco de Desarrollo de los BRICS y la constitución formal del Banco Asiático de
Inversiones e Infraestructuras (BAII), la competencia directa del FMI y del BM
con el que China ha humillado públicamente a EEUU (1). Todas estas iniciativas,
junto con el nuevo papel que adquiere Irán tras la firma del acuerdo nuclear,
ponen de relieve que el eje del mundo del siglo XXI gira alrededor de un punto
geográfico concreto muy distinto del occidental: Eurasia.
Los BRICS y el Nuevo Banco de
Desarrollo
La costumbre es que todas las
cumbres que se celebran, sean del contenido que sean, terminan con una
declaración final. Pues bien, en la de los BRICS hay un hecho relevante y
esclarecedor: sólo hay una mención a la Unión Europea y a
EEUU. Literalmente, una mención. Es decir, el ombligo del mundo, hasta ahora,
deja ya de ser el ombligo del mundo para muchos y se pone de manifiesto que los
países que adquieren cada día, cada minuto que pasa un mayor relieve en el
planeta no le tiene en cuenta. Por ejemplo, con la política de sanciones contra
Rusia.
Con ser relevante, alguien podría
decir que el que se mencione a Occidente sólo en una ocasión no es más que una
anécdota. Pero si se tiene en cuenta que el 22 de julio los BRICS inauguraron
de forma oficial el Nuevo Banco de Desarrollo con un capital inicial de 50.000
millones de dólares, ampliables hasta 100.000 millones y con capacidad para
alcanzar los 400.000 millones en el corto plazo, el destino del Fondo Monetario
Internacional, del Banco Mundial y del Banco Asiático de Desarrollo va camino
de la irrelevancia. Una afirmación atrevida, pero justificada. En primer lugar,
porque rompe el monopolio occidental de los créditos a países. En segundo
lugar, porque no impone condiciones como las habituales del FMI y del BM de
"ajustes estructurales" en las economías de los países receptores. En
tercer lugar, porque aunque inicialmente el NBD comienza a funcionar con
dólares, el comercio y los créditos se van a ir haciendo progresivamente en las
respectivas monedas de los países BRICS. Y, en cuarto lugar, porque se ha
elegido como presidente a un indio, Kundapur Vaman Kamath, con lo que se ofrece
al mundo una imagen de dirección colectiva -aunque el mayor capital lo pone
China-, puesto que la presidencia será rotatoria, contraponiéndolo a lo
habitual del FMI (siempre con presidencia europea), del BM (siempre con
presidente estadounidense) y del BAD (siempre con presidente japonés).
El NBD va a estar operativo o a
finales de este año 2015 o en el primer trimestre de 2016. Tiene previsto
concentrarse en la financiación de todo tipo de infraestructuras y ya está en
marcha el primer proyecto de envergadura: la construcción de una línea de
ferrocarril que atravesará Brasil de este a oeste, enlazando el Atlántico y el
Pacífico. Esto se hace con una finalidad: favorecer el tránsito de mercancías
desde el gigante latinoamericano a Eurasia, y viceversa. Y quien está
construyendo este megaproyecto es China. Y todo se está haciendo en riales, la
moneda brasileña, y yuanes, la moneda china. Es decir, se está prescindiendo de
las monedas clásicas, el dólar y el euro. De hecho, y a nivel oficial, el NBD
emitirá el primer préstamo oficial en yuanes, aunque alternará en un primer
momento la moneda china con el dólar.
Pero hay más. Se ha establecido
que "en el futuro cercano" el NBD puede ayudar a otros países más
allá de los BRICS y se menciona expresamente a tres de ellos: Serbia, Macedonia
y Siria. Los dos primeros no son miembros de la UE, por lo que el mensaje es muy claro: se acabó
el monopolio de Bruselas sobre el territorio europeo, por una parte, y no se va
a dejar a Siria sola, por otra. En esta declaración se ve la mano de Rusia,
dado que tiene puestos los ojos tanto en Serbia (país que ha aprovechado las
sanciones occidentales a Rusia para incrementar la venta de embutidos hasta 8’5
veces el volumen anterior, llegando a convertirse en el exportador principal de
estos productos a Rusia sustituyendo a Polonia y Lituania, por ejemplo) como en
Macedonia para que por sus territorios pueda transitar el oleoducto con el que
sustituir el gas que ahora llega a Europa a través de Ucrania. Esta es una de
las razones por las que Occidente está intentando desestabilizar Macedonia y
pese a que aún hay un punto débil en esta estrategia de Rusia, puesto que el
oleoducto tiene que pasar tanto por Turquía como por Grecia. En estos momentos,
el tránsito del oleoducto que se está construyendo por Turquía, pese al acuerdo
firmado, se ha paralizado arguyendo el gobierno turco "discrepancias sobre
el descuento en el precio del gas" que Rusia tiene que hacer a Turquía por
el tránsito por su territorio del gas. Pero no es descartable una presión de
EEUU aprovechando la debilidad de Turquía con el llamado Estado Islámico.
En cuanto a Siria, si este país
árabe no ha caído como ocurrió con Libia, se debe a la decidida actuación de
Rusia apoyando al gobierno de Bassar al Assad. Apostar por participar en la
reconstrucción de Siria indica que los BRICS, por lo menos Rusia y China, han
aprendido del error de Irak. Es, además, la constatación de que Rusia sigue
apoyando al gobierno sirio y un guiño a la decisión de Siria de unirse a la Unión Económica
Euroasiática, decisión que tomó el gobierno de Al Assad el 21 de julio.
Rusia y Siria han firmaron en 2013
una serie de contratos para la construcción de plantas de procesamiento de gas,
instalaciones de riego y centrales eléctricas. En 2014 firmaron un acuerdo para
desarrollar campos petrolíferos en la costa siria. Este año 2015 se está
discutiendo sobre la expansión de los préstamos rusos a Damasco y Rusia ya ha
entregado al país árabe, como donación, 100.000 toneladas de trigo como ayuda
humanitaria. Si bien Siria no es vital para Rusia, sí es importante.
La iniciativa de Siria no se tiene
que ver como una opción a la desesperada. Ni mucho menos. La UEE también ha iniciado
negociaciones con India, Irán, Vietnam, Egipto y los países del Mercosur
(Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Venezuela y Bolivia) para establecer
zonas de libre comercio. Es decir, la
UEE ha decidido expandirse más allá de sus fronteras
naturales euroasiáticas.
El BAII y la Nueva Ruta de la Seda
El NBD tiene su sede en Shangai.
Como también la tiene el BAII. Por lo tanto, a nadie debería sorprender que
ambas instituciones bancarias si no van a trabajar juntas sí se van a
complementar. Porque resulta que los cinco países BRICS son socios fundadores
del BAII y, en este marco, los bancos centrales de estos países ya están
insuflando capitales a través de instituciones creadas al efecto. Es lo que han
hecho el Banco de Desarrollo de Brasil, el Fondo de Inversión Directa de Rusia,
el Fondo Vial de China de la Seda
y de Infraestructuras y la
Compañía de Finanzas y Desarrollo de la India. Esto ocurrió el
23 de julio. Ese mismo día el NBD decidió "establecer una línea directa
con el BAII para coordinar sus operaciones".
A mayor abundamiento, también el
23 de julio China decidió dar un paso más: inyectó el equivalente en yuanes o
renminbis a 31.000 millones de dólares en dos bancos que se van a dedicar
expresamente a los proyectos y políticas vinculadas a la Nueva Ruta de la Seda: el Banco Chino de
Desarrollo (el equivalente en yuanes a 16.000 millones de dólares) y el Banco
Chino de Exportación e Importación (el equivalente en yuanes a 15.000 millones
de dólares). El primero se va a centrar, sobre todo, en el sudeste de Asia y
África. El segundo, en Asia Central y Europa. Esto se ha hecho cuando Europa
está entretenida hablando de la "crisis capitalista" de China, de la
bajada en las bolsas, como la de Shangai, sin tener en cuenta dos cuestiones:
que China ha decidido centrar su economía en el consumo interno, relajando el
externo, y que el crecimiento ha sido del 7% en el segundo trimestre de 2015
(lejos del 10 y del 11 a
que nos tiene acostumbrados). Esto tiene una explicación que en Occidente no se
menciona: en China, al contrario que en Europa, los costes laborales aumentan
y, dado que China se está centrando en el consumo interno, gran parte de la
producción se está trasladando de la costa (lo que conocemos como zonas ZEN),
básicamente centradas en la exportación marítima, hacia en interior para
preparar a estos territorios en el comercio de cara a la Nueva Ruta de la Seda que será básicamente
terrestre.
Al mismo tiempo China envía una
fuerte señal: si su crecimiento se resiente, en vez de estimular la economía a
través del gasto militar (como suelen hacer EEUU y Europa, y ahora reviviendo
la "guerra fría" con Rusia), los chinos optan por la diplomacia y el
comercio y reequilibran las relaciones con otros países. Como no es sabido,
tanto por ignorancia como por desinterés, hay que hacer notar que China en el
año 2010 adoptó una política de reducción del gasto militar para facilitar y
desarrollar el gasto interno pero en 2014, como consecuencia de las tensiones
entre Occidente y los países emergentes, y de forma especial con la crisis de Ucrania,
decidió incrementar su presupuesto militar un 10% para 2015 y el 12’2% para el
2016. Occidente ha expresado su alarma ante el "desmesurado aumento"
del presupuesto militar chino sin tener en cuenta el descenso que se había
venido produciendo desde 2010. Una muestra, otra más, de cómo
"informa" Occidente y su preocupación se debe a que la OTAN ha recomendado que sus
miembros aumenten el presupuesto de defensa el 2% -y se encuentra con muchas
resistencias dada la situación de crisis europea- y EEUU "sólo" lo
puede aumentar el 4%. Pero China está lejos, muy lejos, de un comportamiento
agresivo contrariamente a lo que los medios de propaganda occidentales quieren
hacer creer para justificar su propia agresividad militarista.
Uno de los países con los que
China está reequilibrando sus relaciones es India. Ya se está construyendo un
corredor económico entre China-India-Bangladesh y Myanmar y se ha proyectado
una carretera geoestratégica entre China e India. Es geoestratégica porque
China e India han sido enemigos mortales, incluyendo una guerra entre ellos en
la década de 1960, y ahora se convierten en socios y aliados puesto que han
sido admitidos como miembros de pleno derecho en la Organización de
Cooperación de Shanghai en la reunión que este mes de julio tuvo lugar en Ufá.
Con ella el comercio entre ambos países, los más poblados del planeta, se
disparará.
China va a utilizar el BAII como
trampolín para impulsar la desdolarización mundial de la economía y su
reemplazo por el yuan como moneda de reserva del mundo dado que todo lo que
tiene relación con el BAII y, sobre todo, con la Nueva Ruta de la Seda se establecerá en
préstamos en yuanes, por lo que a medio plazo la moneda china adquirirá un
papel prominente en el mundo. Es por eso por lo que, intentando retrasar lo
inevitable, el FMI acaba de solicitar que no sea hasta septiembre de 2016
cuando se "discuta" la incorporación del yuan a la canasta de
Derechos Especiales de Giro (2), es decir, que el yuan se convierta en moneda
de transacción internacional en paridad con el dólar, el euro y el yen japonés.
Ni qué decir tiene que es una pretensión vacía y que China no transigirá porque
al plantear esta cuestión el FMI está incumpliendo sus propias normas dado que
cada cinco años, y corresponde a este 2015, se revisa la composición de la
canasta de los DEG y si China aceptase la propuesta del FMI no sería hasta 2020
cuando el yuan fuese aceptado de forma definitiva.
Para forzar al FMI a que incluya
definitivamente el yuan en los Derechos Especiales de Giro, China ha devaluado
su moneda. Esta medida, que se puede entender en un primer momento como un
movimiento de refuerzo a su alicaída economía, tiene también que ver con ir
despojando al yuan de su anclaje cambiario con el dólar. Es decir, se dota a la
moneda china de una mayor autonomía y, de rebote, refuerza sus exportaciones
puesto que las hace más baratas. Si tenemos en cuenta lo dicho anteriormente
sobre el uso de los países BRICS de sus propias monedas en los intercambios
económicos mutuos veremos que es una medida que también les beneficia a ellos.
La devaluación del yuan va,
además, en la línea de lo que llevaban años exigiendo tanto el FMI como los
famosos "mercados". Pero lo exigían cuando la economía mundial
globalizadora iba viento en popa, aparentemente, es decir, antes de la crisis.
Ahora esta devaluación les perjudica notablemente. Envía una onda de choque
brutal a los mercados tanto en su zona clásica de influencia, Asia, como en
EEUU porque tiene como objetivo hacer sus exportaciones más baratas. De hecho,
uno de sus tradicionales competidores, Vietnam, también ha devaluado su moneda,
el dong, una devaluación aún mayor que la de China. No hace falta mucha
imaginación para ver cómo va a revitalizar, además, el recién creado BAII. Y en
lo que respecta a la relación con los BRICS, se refuerzan las monedas
respectivas. Si el rublo ruso está bajo, el rand sudafricano está bajo y el
rial brasileño están bajos respecto al dólar sólo hay que imaginar cuál va a
ser la moneda en la que van a comerciar: el yuan. No sería extraño ver a India
haciendo otro tanto, devaluando su moneda. Al mismo tiempo, y sólo a título de
anécdota, la devaluación del yuan favorece a la gente común mientras que graba
a los "nuevos ricos", a los que importan bienes de lujo como coches
alemanes o relojes suizos. Un sutil e imperceptible toque de atención a los
ricos para que moderen sus apetitos consumistas de productos del exterior.
La Nueva Ruta de la Seda
se presentó en sociedad el 28 de marzo de 2015 y los planes iniciales afectaban
al 29% de la población mundial. Pero el 31 de julio dio un paso gigantesco
porque se anunció que se enmarcarían en la misma 65 países, donde residen 4.400
millones de personas, o sea, el 63% de la población mundial. El eje que lo
articula todo es el BAII y los países que lo componen, 52 en estos momentos y
otros 14 a
la espera de ser aceptados como miembros del mismo. Luego no es sólo un
desafío, es una humillación en toda regla lo que está haciendo China con EEUU.
Estas son las razones por las que cada vez hay más voces en EEUU sobre la
"amenaza" china y se culpa de todo a los chinos, desde ataques
cibernéticos hasta "afanes imperialistas" por su expansión en todo el
planeta. Y es por eso por lo que Obama, siguiendo el camino trazado por Bush y
su famoso "eje del mal", considera ahora que quienes componen ese
"ese del mal" son Rusia, China... e Irán.
Irán y su ubicación estratégica
Porque este país se está
convirtiendo en un puntal importante dentro de toda la estrategia de
reconfiguración del nuevo orden mundial que ya está en marcha. En estos
momentos, es la novia pretendida por todo el mundo. Francia y Gran Bretaña han
anunciado ya visitas de ministros y de presidentes, como Hollande, y en EEUU
aún sigue el debate sobre si se ratificará finalmente en el Congreso y en el
Senado el acuerdo nuclear o no. Pero quienes tienen ventaja en el cortejo son
Rusia y China, los dos países que han sostenido al país persa pese a las
sanciones impuestas por la ONU
(3) y pese a que ambos participaron, y votaron, a favor de las mismas.
Rusia no sólo se ha aprestado a
revocar la sanción de venta de los misiles defensivos S-300, sino que ya está
construyendo con el país persa un corredor de transporte entre el Golfo Pérsico
y el Mar Caspio y el río Volga además de continuar, y profundizar, su
cooperación nuclear.
China está siguiendo sus pasos.
Sin esperar al levantamiento formal de las sanciones tras el acuerdo nuclear de
Viena, China ha llegado a un acuerdo con Irán para comenzar a producir 160.000
barriles de petróleo diarios en dos proyectos en el suroeste del país. El envío
de petróleo a China comenzará el mes de octubre y una vez que se formalice la
producción se aumentará a 200.000 barriles diarios. No es el único movimiento,
pero es significativo: China e Irán han acordado la venta de 500.000 barriles
diarios después que se levanten las sanciones formalmente, por lo que lo
acordado ahora no es más que un anticipo previo a ese requerimiento formal. No
espera al mismo, lo fuerza o lo convierte en irrelevante puesto que la decisión
de normalizar las relaciones está tomada.
Teherán es consciente de todo
ello. Ahora mismo hay una incipiente presión por parte de algunos comerciantes
del bazar, un sector muy influyente en la economía iraní, que apuestan por un
rápido acercamiento a Occidente una vez sean levantadas las sanciones. Pero
como el proceso no es inmediato, puesto que las sanciones continuarán,
aliviadas, pero continuarán durante diez años, Rusia y China tienen, como se ha
dicho, ventaja. Pero por si acaso, en Irán hay un nombre clave para que las
relaciones con rusos y chinos no decaigan y se incrementen. Es Alí Akbar
Velayati, director del Centro para la Investigación Estratégica
y, lo que es más importante, asesor en política exterior del líder supremo
iraní, Alí Jamenei. Las declaraciones de Velayati no dejan lugar a dudas de
cuál es la apuesta iraní: "la seguridad en Asia, Medio Oriente, África del
Norte, Asia Central y el Cáucaso Norte depende de la mejora adicional de la
triple entente Beijing-Moscú-Teherán".
Tal vez sea una frase
grandilocuente, pero si tenemos en cuenta que estos tres países, junto con
India y Pakistán, han llegado a acuerdos de seguridad mutua no es en absoluto
descabellada. Es más, tres días después de la reunión de los países BRICS, es
decir, el 25 de julio, se reunió en el mismo lugar, la ciudad de Ufá, la
capital de la Bashkiria
rusa, la Organización
de Cooperación de Shanghai e Irán quiere unirse a ella como miembro de pleno
derecho. Ahora tiene estatus de observador porque aún no se han levantado las
sanciones que pesan contra este país. Pues bien, en esa reunión se aceptó como
miembros de la OCS
a India y Pakistán por lo que los cinco países que han establecido acuerdos de
seguridad mutua con Irán están en su seno. Solo queda Irán, que será admitido
en la cumbre de 2016.
Si tenemos en cuenta que la OCS comenzó siendo una
organización centrada sólo en la seguridad y que ahora abarca ámbitos de
cooperación económica y tecnológica vemos que el círculo se cierra. China y
Rusia han dado forma definitiva a su desafío al mundo hegemonizado por EEUU. El
Nuevo Orden Mundial está en marcha y ya es irreversible.
Se acabó la prepotencia occidental
Por mucho que Occidente se refugie
en su famoso Club Bilderberger, el control del mundo ya no es suyo. Como no lo
es el Nuevo Orden Mundial que propugnaba tras la desaparición de la URSS. Occidente
está moribundo y la pregunta ya es sólo cuándo terminará de morir. Estamos
asistiendo a sus estertores actuando como lo hace una fiera herida: sabe que su
muerte está próxima, por lo que se vuelve mucho más peligrosa.
Este mes de julio de 2015 pasará a
la Historia
al surgir un Nuevo Orden Mundial que si no va contra Occidente sí se ha
construido sin Occidente, lo que es mucho más humillante porque se le ha
ninguneado. Occidente ya no cuenta para todo lo que está en marcha ni siquiera
como enemigo, excepción hecha de EEUU.
El núcleo de este Nuevo Orden
Mundial son Rusia y China. Estos dos países han dado forma al nuevo mundo. Hay
quien dice que son aliados circunstanciales, que ha sido la torpeza de EEUU la
que ha arrojado a uno a los brazos del otro. Tal vez. Pero lo que sí queda
claro es que ya es irreversible puesto que tanto Rusia como China se han
convertido en dependientes totalmente uno del otro. China depende de Rusia en
los ámbitos militares (armas, ofensivas y defensivas, y tecnología espacial, un
campo de enorme interés para China) y energéticos (petróleo y gas); Rusia
dependerá de China en los ámbitos económicos (aquí hay que dar las gracias a la
torpeza occidental con las famosas sanciones).
Un ejemplo de cómo van las
relaciones entre los dos países se acaba de dar a conocer: China ha autorizado
la circulación del rublo, la moneda rusa, junto al yuan en la ciudad de
Suifenhe, en la provincia nororiental de Heilongjiang. Es una experiencia
piloto y consecuencia del “desarrollo benigno” del comercio bilateral entre los
dos países y en sus respectivas monedas. Aunque no se ha informado del tiempo
que durará esta experiencia piloto, lo cierto es que China parece dispuesta a
ampliar las zonas en las que se podrá usar el rublo en esa provincia, la más
importante del comercio bilateral ruso-chino y que ha movido 7.590 millones de
dólares en 2014.
Es por ello por lo que Occidente
se convierte en irrelevante. A partir de ahora ya no tiene ningún medio para
influir significativamente en la política, ni interna ni externa, ni de chinos
ni de rusos.
Y como el núcleo de este Nuevo
Orden Mundial son Rusia y China, y su simbiosis mutua les beneficia a ambos, a Occidente
sólo le queda como último recurso debilitar a los otros socios de la nueva
entente: Brasil, India y Sudáfrica. Así hay que interpretar el
"retorno" de EEUU hacia América Latina y el cortejo, por una parte, y
las dificultades internas, por otra, a que está sometiendo al gobierno de Dilma
Rousseff. Pero en el hipotético caso de que este gobierno caiga y sea
sustituido por otro, el impulso que han dado tanto Rusia como China a los BRICS
y, lo más importante, la demostración práctica de que no tienen ambiciones
imperiales como Occidente, hará que sea muy difícil para Occidente destruir
todas estas alianzas. El ejemplo más evidente de lo que digo es India,
gobernada ahora por un partido muy conservador, el Bharatiya Janata Party, pero
cada vez más implicado en este Nuevo Orden Mundial, como ha quedado acreditado
tras su ingreso en la OCS.
Occidente puede seguir adelante
con su cuento para niños, para asustar, sobre "la amenaza rusa" o
"la actitud amenazante china" pero la realidad es que ninguno tiene intención
de convertirse en la potencia hegemónica al estilo occidental ni sustentar esa
potencia con cientos, miles de bases militares. El Nuevo Orden Mundial es otro,
basado en la seguridad colectiva de corte "confucionista": "si
te sientes amenazado es que entonces no estás seguro". O dicho de otro
modo: Rusia y China quieren un orden mundial cooperativo que permita, incluso
que anime, a los países a seguir su propio modelo de desarrollo, político,
económico y social. Se acabó la injerencia, el decir "tienes que hacer
esto si quieres que te ayude".
Todo esto es a lo que ha dado
lugar este histórico mes de julio.
Notas:
(1) Alberto Cruz: “China humilla a
Estados Unidos y marca el ritmo en la nueva geopolítica”, http://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article1992
(2) Global Times, 6 de agosto de
2015.
(3) Alberto Cruz, “China, Rusia y
las sanciones a Irán”, http://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article885&lang=es
Alberto Cruz es periodista,
politólogo y escritor.