viernes, 4 de octubre de 2019

(1949-2019) ANTE EL 70º ANIVERSARIO DE LA REVOLUCIÓN CHINA


El 1 de Octubre de 1949, en la Plaza de Tiananmén de Pekin, el dirigente comunista Mao Tse-Tung proclamaba la República Popular China. Era esta una revolución que llegaría a tener una enorme trascendencia para toda la Humanidad.




Pero para hacernos una mejor idea de lo que llegó a suponer la Revolución china, debemos considerar las condiciones sociales, económicas, políticas y militares que aquella tuvo que afrontar. Antes de nada, es preciso decir que, desde un principio, se trató de una revolución “atípica”, original.

Por una parte, hay que tener en cuenta que antes de la revolución, la industria era sumamente débil; y en 1949, todavía seguía siendo muy escasa y funcionando a muy bajo rendimiento. Y, por si fuera poco, ese mismo año la producción industrial se redujo en un 53%.      

En aquella época, la artesanía, rural o urbana, proporcionaba más del 70% de los bienes de uso y consumo habituales. La actividad agrícola empleaba al 80% de la población. La economía china era eminentemente rural, basada en el pequeño campesinado. Prácticamente no se empleaba maquinaria agrícola y los aperos de labranza eran excesivamente anticuados. el proletariado, como clase social, era muy débil.

Aunque en el periodo de 1915 a 1920, coincidiendo aproximadamente con la duración de la primera guerra mundial, se había producido un cierto desarrollo del capitalismo chino, este tuvo lugar fundamentalmente en la industria ligera y se concentró sólo en algunas ciudades como Shangai, Tientsin, Wuhan, etc. Hay que destacar que en 1949, el número de trabajadores-as ascendía a unos 8 millones, que representaban tan sólo el 1.5% del total de la población y aproximadamente el 2.4% de la población activa.

En estas condiciones, se desarrolló la Revolución china. Una revolución que podríamos dividir, con cierto grado de aproximación, en cuatro periodos: 1) el de la Primera Guerra Civil Revolucionaria (entre marzo de 1926 y octubre de 1928); 2) el de la Segunda Guerra Civil Revolucionaria (entre octubre de 1928 y julio de 1937); 3) el de la Guerra de Resistencia Contra Japón (entre julio 1937 y agosto de 1945), subdividido, a su vez en varios periodos. Durante el cual, se estableció el Frente Unido Nacional Anti japonés, en el que se unieron (aunque de forma inestable y transitoria) el PC Chino y el Kuomingtan. Por último, el periodo 4) el de la Tercera Guerra Civil Revolucionaria (entre agosto de 1945 y octubre de 1949).

Además de su originalidad, al ser una revolución en la que el campesinado constituyó la fuerza motriz principal, aunque fuera el incipiente proletariado quien ejerció el papel dirigente, por medio del partido comunista; la Revolución china pronto siguió un desarrollo que, con el paso del tiempo, se enfrentaría al “modelo” soviético.

Un enfrentamiento que se produjo: a) en el plano ideológico y político, dando lugar a la división en el seno del Movimiento Comunista Internacional entre una mayoría de partidos que apoyaban al revisionista PCUS frente a la minoría que, a pesar de sus contradicciones e inconsecuencias, todavía defendía unas posiciones revolucionarias marxistas-leninistas; b) en el socio-económico, donde los dirigentes revisionistas priorizaban la dirección burocrática del proceso productivo y la autonomía financiera  de las empresas, en base a la división capitalista del trabajo [1]; y c) en el militar, dando lugar a choques armados fronterizos entre tropas de la URSS y la República Popular China [2].

Por último, también debemos tener en cuenta la rica experiencia llevada a cabo durante la Revolución Cultural Proletaria (1966-1976), con su amplia lucha de líneas, que tuvo por objeto que la clase obrera y las masas populares volviesen a tomar en sus manos la dirección del proceso revolucionario que estaban a punto de perder. Una dirección que ya no pudieron recuperar y que tras la muerte de Mao (1976) dio paso a la progresiva restauración del capitalismo en la RPCh.

Hay que tener en cuenta que la restauración del capitalismo en China, ha supuesto el cierre definitivo del ciclo revolucionario que se inició en octubre de 1917 en Rusia y que por ello, el estudio de estas dos experiencias resulta esencial para la recuperación (revitalización) del comunismo en Euskal Herria y a nivel mundial.

Comité de Redacción de SUGARRA
(Octubre de 2019).


NOTAS

1.- Después de haber llevado a cabo el Primer Plan Quinquenal (1953-1957), elaborado con asesoramiento de especialistas soviéticos, el gobierno chino impulsó un ambicioso plan de desarrollo, el “Gran Salto Adelante” (1958-1960). En él se pretendía obtener unas elevadas tasas de desarrollo económico. Con ayuda de técnicos soviéticos, de los 921 proyectos industriales emprendidos, en 1957 se habían finalizado ya 428, que ya se encontraban en producción. Otros 109 se encontraban parcialmente construidos y desarrollaban también parcialmente su producción. En 1958 se desarrollaron otros 500 nuevos proyectos y muchos de ellos llegaron a ponerse en marcha.

Sin embargo, el Gran Salto se vio interrumpido por una serie de razones: una serie de calamidades naturales redujeron las cosechas y con ello el abastecimiento de las zonas urbanas. Y, como consecuencia de ello, tuvo lugar un descenso de la productividad en la industria ligera. Al mismo tiempo, otros factores también contribuyeron al empeoramiento de la situación social y económica. Por ejemplo, el creciente número de máquinas que quedaban fuera de uso, debido al fuerte ritmo de utilización; y también se produjeron estrangulamientos en el abastecimiento de materias primas y de repuestos industriales. Finalmente, lo más decisivo fue la retirada de los técnicos soviéticos (agosto 1960), como consecuencia de las divergencias ideológicas que surgieron entre los dos partidos en 1957. Debido a todo ello, el gobierno chino se vio  obligado a promover un “Plan de reajuste” (1961-1966). Ver: Jan Deleyne. “La Economía china”. Biblioteca Universal Planeta. Barcelona, 1972. Págs. 28 a 35. También, Jean Baby. “Los orígenes de la controversia chino-soviética”. Emiliano Escolar Editor. Madrid, 197776. Págs. 50 a 52.  

2.- En marzo de 1969, en plena Revolución Cultural, se produjeron varios choques armados entre tropas soviéticas y chinas en la región del río Ussuri, en la zona de la isla Zhenbao (Damanski en ruso).